El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho (Miguel de Cervantes)

sábado, 29 de abril de 2017

Prueba II de la 3ª evaluación

En esta entrada os voy a proporcionar un modelo de prueba escrita con algunas posibles preguntas, tal como podrían ser formuladas en la prueba que tendrá lugar el próximo viernes 5 de mayo. ¡Preparadla bien!

PINCHA SOBRE LA IMAGEN PARA ACCEDER AL MODELO DE PRUEBA ESCRITA

domingo, 23 de abril de 2017

Los subgéneros teatrales a través de monólogos

MONÓLOGO 1: TRAGEDIA

¡Oh, mujeres corintias! Salgo de casa para que
reproches no me hagáis; pues, mientras sé que muchos
hombres, tanto en privado como en el trato externo,
orgullosos realmente se vuelven, a otros hace
pasar por indolentes su tranquilo vivir.
Que no son siempre justos los ojos de la gente
y hay quien, no conociendo bien la entraña del prójimo,
le contempla con odio sin que haya habido ofensa.
Y, si debe el de fuera cumplir con la ciudad,
no alabo al ciudadano que amargo y altanero
con los demás se muestra por su falta de tacto.
Pero a mí este suceso que inesperado vino
me ha destrozado el ánimo; perdida estoy, no tengo
ya a la vida afición; quiero morir, amigas.
Porque mi esposo, el que era todo para mí, como
sabe él muy bien, resulta ser el peor de los hombres.
De todas las criaturas que tienen mente y alma
no hay especie más mísera que la de las mujeres.
Primero han de acopiar dinero con que compren
un marido que se convierta en amo de sus cuerpos,
lo cual es ya la cosa más dolorosa que hay.
Y en ello es principal el hecho de que sea
buena o mala la compra, porque el divorcio
no es honroso para las mujeres ni el rehuir al cónyuge.
Llega una, pues, al matrimonio y debe
volverse adivina, pues nada de soltera
aprendió sobre cómo con su esposo portarse.
Si, tras tantos esfuerzos, se adapta el hombre y no
protesta contra el yugo, vida envidiable es ésta;
pero, si esto no ocurre, morirse vale más.
El varón, si se aburre de estar con la familia,
en la calle al hastío de su humor pone fin;
nosotras nadie más a quien mirar tenemos.
Y dicen que vivimos en casa una existencia
segura mientras ellos con la lanza combaten,
mas sin razón: tres veces formar con el escudo
preferiría yo antes que parir una sola.
Pero el mismo lenguaje no me cuadra que a ti:
tienes esta ciudad, la casa de tus padres,
los goces de la vida, trato con los amigos,
y en cambio yo padezco el ultraje de mi esposo,
que de mi tierra bárbara me raptó, abandonada,
sin patria, madre, hermanos, parientes en los cuales
pudiera echar el ancla frente a tal infortunio.
Mas, en fin, yo quisiera de ti obtener sólo lo siguiente:
que, si un medio o manera yo encuentro de vengar
el mal que mi marido me ha hecho, callada sepas
estar. Pues la mujer es miedosa y no puede
lanzarse a la lucha ni contemplar las armas,
pero, cuando la ofenden en lo que toca al lecho,
nada hay en todo el mundo más sanguinario que ella.




MONÓLOGO 2: COMEDIA




MONÓLOGO 3: DRAMA